El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, advirtió el pasado miércoles que su país no apoyará a Israel en caso de que decida atacar las instalaciones nucleares de Irán. La declaración fue hecha en respuesta al ataque sufrido por Israel el martes, cuando 180 misiles balísticos iraníes ingresaron en su territorio, algunos de los cuales causaron daños y la muerte de un civil palestino en Cisjordania.
Ante esto, "la respuesta es no", afirmó Biden ante la posibilidad de que Israel tome represalias contra Irán. Añadió que el G7 está trabajando en una declaración conjunta para condenar lo que calificó como un "inaceptable ataque iraní". Biden reiteró el compromiso de Estados Unidos con la seguridad de Israel, pero fue claro al señalar que no respaldará acciones que incluyan ataques a las instalaciones nucleares de Irán.
Por su parte, el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, respaldó el derecho de Israel a defenderse, calificando el ataque iraní como una "escalada sin precedentes". Sin embargo, subrayó que el gobierno israelí tiene la última palabra sobre cómo responder. "Ellos son un país soberano que toma sus propias decisiones", dijo Miller.
Mientras tanto, el Ejército israelí, a través de su jefe del Estado Mayor, el teniente general Herzi Halevi, afirmó estar preparado para una respuesta contundente y aseguró que Israel tiene la capacidad de "golpear cualquier punto de Oriente Medio". La tensión en la región sigue en aumento mientras la comunidad internacional busca mediar en la crisis y evitar una mayor escalada militar.