El 2 de enero de 2021 fue un día que marcó la vida de Karina Cuevas y su familia. En esa fecha la educadora de párvulo fue a una fiesta al camping Nahuelbuta en la región del Bío Bío, todo para celebrar el Nuevo Año.
Fue con los amigos de siempre y fue uno de ellos quien abusó de ella en una carpa, por lo cual, según indica su familia, el hecho la llevó al extremo de quitarse la vida, al igual que el caso de Antonia Barra.
El relato de la hermana de la joven, María Cristina Cuevas, es claro ella se despidió de mediante un papel que encontró en su velador, el que decía: “Nanita perdóname”, junto con indicaciones que le pedían sacar el dinero de su cuenta bancaria y donde además le indicaba la clave de su celular. La carta cerraba con un “Te amo”.
En dicho dispositivo se encontrarían las pruebas que la familia presentó ante Fiscalía, junto con una denuncia por el caso de Karina, quien tenía .planes de seguir especializándose en su carrera y seguir viajando Según cuenta su familiar a BioBíoChile, “le encantaba su profesión, trabajar con niños”.
Karina fue hospitalizada el martes 5 de enero tras consumir una cantidad indeterminada de medicamentos, lo que le produjo un daño hepático. Finalmente falleció el 20 del mismo mes.
Fue María Cristina quien realizó la denuncia luego de leer una conversación que sostuvo su hermana con el involucrado el día siguiente a la fiesta.
“No le dice textualmente tú me violaste, pero ella le dice por qué le había hecho eso, que ella nunca pensó que le podía hacer daño, y que ahora ella se sentía mal, le dolía todo su cuerpo”, detalló la familiar.
La versión del acusado, fue descartada por la hermana de Karina, quien explicó por qué le resulta ilógico: “En otro reportaje el tipo sale hablando en una conversación telefónica y dice que sí reconoce que pasó algo y que fue mutuo, y que a lo mejor ella no se acuerda o se arrepiente, pero alguien por no acordarse o arrepentirse no se va a quitar la vida, no va a terminar con su futuro, con sus sueños, con lo que ella quería lograr, con todo lo que ella tenía por hacer, no se iba a quitar la vida por algo si no se acordara”.
María Cristina piensa que “a lo mejor” su hermana “no se atrevió a que esto se diera a conocer, a que fuera juzgada, porque muchas veces la víctima se convierte en culpable, en ‘por qué se emborrachó’, ‘por qué se fue a acostar a la carpa’, ‘ah pero si andaba borracha, le tenía que pasar””, a lo que agregó que “esta sociedad es muy cruel”.
Fuente: BioBío