La Asociación de Fútbol Inglés (FA) ha puesto en jaque la carrera del mediocampista brasileño Lucas Paquetá tras acusarlo formalmente de conducta impropia relacionada con las apuestas deportivas. La entidad rectora del fútbol inglés sostiene que el jugador del West Ham United infringió deliberadamente las reglas al recibir tarjetas amarillas en cuatro partidos distintos de la Premier League, lo cual habría tenido un impacto directo sobre los mercados de apuestas.
Los encuentros bajo escrutinio incluyen choques contra equipos como Leicester City, Aston Villa, Leeds United y Bournemouth, abarcando un periodo desde noviembre de 2022 hasta agosto de 2023. En cada uno de estos juegos, Paquetá fue sancionado con una amonestación que ahora se ve envuelta en controversia.
Además de estas infracciones específicas a la Regla E5.1 sobre integridad y comportamiento dentro del campo relacionado con apuestas, Paquetá enfrenta acusaciones adicionales por presuntamente violar la Regla F3 al no cooperar adecuadamente durante el proceso investigativo al no suministrar información y documentos requeridos conforme a la Regla F2.
El comunicado emitido por la FA es contundente: "Se alega que [Paquetá] buscó directamente influir en el progreso o cualquier otro aspecto u ocurrencia en estos partidos al buscar —intencionalmente— recibir una tarjeta del árbitro con el propósito indebido de afectar las apuestas".
Lucas Paquetá ha respondido rápidamente ante estas graves acusaciones defendiendo su inocencia y compromiso con los valores deportivos. El futbolista expresó su sorpresa y descontento frente a las acciones tomadas por la FA e insistió en su colaboración constante durante todo el proceso investigativo. A pesar de negar todas las acusaciones, se ha comprometido a luchar para limpiar su nombre mientras el caso sigue abierto.
Este giro inesperado surge después de que se detectaran patrones anormales en las apuestas realizadas desde Brasil vinculadas a posibles tarjetas amarillas para Paquetá. Las sospechas aumentaron cuando se reveló que algunas apuestas provenían supuestamente desde cuentas asociadas al propio jugador; sin embargo, esta conexión ha sido firmemente negada por él.
Con un plazo hasta el 3 de junio para responder formalmente ante los cargos impuestos, Lucas Paquetá enfrenta un momento crítico tanto para su reputación como profesional como para su futuro dentro del fútbol inglés y mundial.