En Tokio, Japón, una joven madre llegó con su hija de tan sólo 3 años a la urgencia de un hospital. La niña no respiraba y apenas la revisaron los médicos constataron la muerte de la menor, pero además las pésimas condiciones en que se encontraba, informó el medio Kyodo News.
La víctima tenía atrofia tímica, una condición que se evidencia en niños que han sufrido maltrato o que no han recibido el cuidado necesario. Los médicos se percataron de que su estómago estaba casi vacío y su pañal aparentemente no fue cambiado por mucho tiempo.
Tras estos antecedentes la situación fue denunciada a la policía nipona, quien abrió una investigación. Las primeras indagaciones revelaron lo peor, lo inimaginable. La madre de la niña la habría dejado sola por más de una semana en su departamento, donde la pequeña falleció de deshidratación y hambre.
Saki Kakehashi, de 24 años, fue detenida por la policía ante quienes reconoció que había dejado a la niña y que también había abusado de ella. La investigación aún sigue en desarrollo, pero la prensa local asegura que la mujer habría viajado al suroeste de Japón para visitar a su novio.
Según las declaraciones de una amiga, la madre “había salido de su casa durante varios días, dejando a su hija sin ningún tipo de vigilancia”.
Kakehashi explicó a los investigadores que no esperaba que Noa muriera, ya que pensó que “estaría bien” dejar a la niña sola en su apartamento, donde las dos habían vivido por casi tres años después de que se divorciara del padre de la menor. La mujer también declaró que varios días antes de la tragedia, Noa se enfermó, pero no tenía dinero para llevarla a un centro médico para que fuera atendida… un abandono total.
Fotografía: foto referencial, Issei Kato / Reuters