El sueño romano de Alejandro Tabilo llegó a su fin en la arcilla del Foro Itálico, pero no sin antes dejar una marca indeleble en el tenis chileno y mundial. El jugador de 26 años, que se había convertido en la revelación del Masters 1000 de Roma, vio truncado su camino hacia la final al caer ante Alexander Zverev, número cinco del mundo, en un encuentro que puso a prueba su resistencia y talento.

Tabilo inició el partido con una determinación férrea, desplegando un juego impecable que desconcertó a Zverev desde los primeros intercambios. Con dos quiebres firmes bajo su cinturón, el chileno se adjudicó el primer set por un contundente 6-1 en apenas treinta minutos. La multitud presente en el Court Central fue testigo de lo que parecía ser otra jornada histórica para "Jano", quien ya había dejado atrás al número uno del mundo Novak Djokovic días antes.

Sin embargo, la segunda manga presentó un escenario distinto. Ambos jugadores elevaron su nivel y mantuvieron sus servicios con uñas y dientes hasta llegar al tie break. Fue allí donde Tabilo mostró signos de flaqueza; su ritmo disminuyó ligeramente mientras Zverev aprovechaba cada oportunidad para imponerse por 7-4.

Con la moral afectada tras perder el segundo set, Tabilo enfrentó dificultades crecientes en la ronda decisiva. Zverev capitalizó dos quiebres tempranos que le allanaron el camino hacia una victoria por 6-2 y así asegurar su lugar en la final contra Nicolás Jarry o Tommy Paul.

A pesar de esta derrota semifinalista, Alejandro Tabilo tiene motivos para celebrar: alcanzará el puesto número 25° del ranking ATP cuando se actualice la clasificación mundial este próximo lunes —el mejor puesto histórico logrado por él hasta ahora— gracias a una actuación estelar que incluyó triunfos sobre algunos de los mejores tenistas del circuito.

Tras unos merecidos días de descanso y reflexión sobre lo conseguido en Italia, "Jano" pondrá rumbo a París con las miras puestas en Roland Garros (que comienza el 26 de mayo). Llegará como cabeza de serie y con las llamas competitivas aún ardiendo tras esta semana mágica e inolvidable donde demostró estar entre los grandes nombres del deporte blanco.

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